Hablar de células madre es -sin duda- uno de los temas más controvertidos de la era moderna, tanto para el mundo científico, como para la sociedad civil. Muchos de nosotros nos hemos encontrado con situaciones en las cuales se presentan como si fuesen la herramienta para salvar a la humanidad de las enfermedades, o bien, como la fuente de la eterna juventud. La industria cosmética y el comercio de salud, contraponiéndose al mensaje de la comunidad científica y médica, ofrecen al público, células milagrosas o productos asociados a ellas como estrategias probadas y eficaces.

Lo cierto es, que como todo en el mundo de la ciencia, se deben hacer rigurosos estudios antes de que se instaure una nueva máxima. Y en el caso de las células madre, no es distinto. Cientos de investigadores alrededor de todo el globo intentan, día a día, avanzar en la generación de conocimiento asociado a las células madre, justamente, para acreditar sus aplicaciones. En la actualidad, el trasplante de células madre hematopoyéticas es la única estrategia validada para uso clínico, en unas pocas y particulares enfermedades.

dra-congetPara aclarar algunos aspectos en torno al tema de las células madre, la Sociedad de Biología de Chile, conversó con la Dra. Paulette Conget, quien es Licenciada en Bioquímica (PUC), y Doctora en Ciencias, mención Biología Molecular y Celular (UCH).

La Dra. Conget es Académica de la Facultad de Medicina Clínica Alemana-Universidad del Desarrollo. Colabora como docente de pre y posgrado en la Universidad de Chile y Universidad de Santiago de Chile. Desde su tesis de pre-grado trabaja con células madre. Sus investigaciones han sido financiadas por distintas entidades, entre ellas, el Banco Mundial.

Los resultados generados por su equipo de investigación se presentan en congresos nacionales e internacionales, se publican en revistas científicas, y constituyen la evidencia pre-clínica para estudios clínicos. También, se han difundido en conferencias para público general y en medios de comunicación masivos.

A continuación la entrevista que la Sociedad de Biología de Chile realizó a la Dra. Paulette Conget.

¿Cómo evalúa el conocimiento existente en la población en torno al campo de las células madre?

Creo que la sociedad está informada de manera aparente y superficial, en gran medida porque, desafortunadamente, el negocio se adelantó a la ciencia. Se ha abusado de las promesas y expectativas dirigidas hacia los pacientes y sus familiares, los cuales están en una condición de vulnerabilidad dada la experiencia de enfermedad, sobre todo, aquellos que portan patologías crónicas o los que requieren tratamientos muy invasivos. Ellos confían y frente a cualquier cosa que parezca una solución, se ilusionan y buscan acceder a ella lo antes posible.

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Esta área de la investigación científica ha sido fuertemente distorsionada por los medios de comunicación, sin embargo, durante el último período, pareciese que se están poniendo paños fríos frente a las esperanzas que alguna vez se levantaron con respecto a estas células ¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Qué es cierto, y que no, cuando hablamos -o nos hablan- de células madre?

Los investigadores que llevamos más años en este campo nos hemos hecho cargo de poner sentido de realidad.

Más que decir que esto no funciona hemos destinado tiempo a informar al público general que se requiere mucha investigación formal y rigurosa, antes de poder decretar que la administración de células madre constituye una alternativa terapéutica para alguna enfermedad. El camino es largo, demanda muchos recursos profesionales y económicos, y una institucionalidad que permita hacerlo. Pero es la única forma de acercarse a garantizar a los pacientes seguridad y eficacia.

Es así como el trasplante de células madre hematopoyéticas llegó a ser una práctica clínica habitual (no experimental) para pacientes que presentan leucemia, linfoma o mieloma múltiple. Ellos reciben una quimioterapia que elimina las células tumorales pero que, dada su baja selectividad, también afecta el sistema hematopoyético/inmune. Las células madre hematopoyéticas del donante lo restablecen. A diferencia de este uso, científicamente validado, lo que actualmente oímos sobre células madre para el tratamiento de la depresión, la disfunción eréctil, la calvicie o el rejuvenecimiento, no ha sido demostrado. En algunos casos existe evidencia en modelos animales, y en otros, se están realizando los estudios clínicos, pero aun no hay datos definitivos. A veces aparecen testimonios aislados de personas que recibieron células madre y que se sanaron, y ellos se transforman en una verdad extrapolable. Pero lo peor no es eso, sino la creciente cantidad de personas que supuestamente han recibido dichas células y no les ha pasado nada. Esto desprestigia a las células madre y compromete la investigación en el área, porque se constituye como evidencia, a pesar de ser el resultado de un trabajo que no es ni sistemático, ni riguroso.

¿Cómo podemos detectar cuando nos están entregando información errónea sobre tratamientos con células madre?

Más que información errónea, es información parcial o sesgada. La forma de detectarla es haciendo preguntas precisas. Por ejemplo: ¿Cómo es el laboratorio donde se procesan las células madre? ¿Qué capacitación formal tienen las personas que trabajan en él? ¿Cuántos pacientes han recibido las células madre que Uds. ofrecen? ¿Para qué enfermedades? ¿Qué resultados han tenido? ¿Cuántas han tenido complicaciones? Y no conformarse con respuestas genéricas. Por ejemplo frente a la pregunta de los resultados, no sirve “les fue bien” o “quedaron contentos”. La respuesta debe involucrar, al menos, descripciones de cambios en los síntomas y signos propios de la enfermedad en cuestión y el tiempo de duración del putativo efecto.

En Chile, estamos atrasados respecto del abuso de las células madre. Hace más de 5 años que, dado lo que he visto en otros países y lo que se discute en los congresos internacionales del área, intento alertar e informar, pero recién ahora está teniendo cabida la información menos sensacionalista, prueba de ello es esta entrevista.

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¿Cuál ha sido el cambio de paradigma producido por la investigación desarrollada por los Premios Nobel John B. Gurdon y Shinya Yamanaka, por estudios con células madre?

El año 2012, el Premio Nobel de Medicina se lo dieron a dos científicos que hicieron investigaciones distintas, pero que convergían, desde el punto del conocimiento, en lo mismo, demostrar que el núcleo se podía reprogramar para recapitular la ontogenia. John B. Gurdon demostró que se podía generar un individuo completo a partir de una célula diferenciada de individuo adulto (en el experimento fue un anfibio). Esto fue un cambio de dogma, ya que la diferenciación celular siempre había sido entendida como unidireccional: de una célula totipotente se genera una pluripotente, que luego genera una multi-potente que se especializa siendo mono-potente, y finalmente, pasa a ser una célula completamente diferenciada (madura).

Posteriormente, Shinya Yamanaka desafío el mismo principio pero en lugar de transferir el núcleo a otro citoplasma (como lo hizo Gurdon), incorporó en el citoplasma de la célula diferenciada cuatro factores que indujeron la reprogramación nuclear. Así, logró retroceder el reloj biológico y des-diferenciar a la célula madura hasta una célula pluripotente.

Mientras el trabajo de Gurdon ha impactado en la reproducción (base empírica de la clonación de Dolly), el de Yamanaka ha abierto la posibilidad de disponer de células madre, tipo embrionarias, sin requerir embriones.

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¿Cómo irrumpe esto en el área?

Antes del trabajo de Yamanaka las fuentes de células madre eran dos: los embriones o los sujetos adultos. En el primer caso, corresponden a células madre pluripotentes cuya procuración conlleva importantes cuestionamientos bioéticos (ej. ¿Es un homicidio disgregar un embrión?) Y cuyo uso depende de consideraciones de bioseguridad (ej. formación de teratomas). Por su parte, las células madre adultas son multipotentes, su procuración y uso están limitados por su menor plasticidad y por temas de equidad y acceso.

El desarrollo de las células madre pluripotentes inducidas (iPS) rompió esta dicotomía. Ellas no se obtienen de embriones y son pluripotentes.

Actualmente, el foco de investigación está puesto en lograr la reprogramación nuclear sin que sea necesario hacer una modificación genética, que es una importante restricción bioética. También, en manejar la proliferación descontrolada de las iPS, que limita su uso terapéutico dado su potencial riesgo de generar tumores.

¿Cuál es su línea de investigación actual?

Mi objetivo como investigadora es generar evidencia científicaque sea transferible a la actividad clínica.

Para aumentar las posibilidades de impactar en un futuro cercano, cuando comenzamos, decidí que haríamos estudios pre-clínicos y/o clínicos en diversas patologías. En todos los casos, la herramienta terapéutica sería la célula madre mesenquimática (MSC) o sus derivados.

Un ejemplo es el trabajo que hemos hecho en Diabetes Mellitus Tipo 1. Partimos cuando no había mucha evidencia respecto de las propiedades inmunomoduladoras de las MSCs. Conseguí recursos del Banco Mundial a través del Programa de Inserción de Post-Doc en la Academia que apoyaba proyectos de riesgo. Con los investigadores jóvenes incorporados, reprodujimos un modelo animal que comparte la causa, los síntomas y signos, la patogenia y la respuesta al tratamiento disponible con los seres humanos. A estos animales, les administramos MSCs en la forma más sencilla posible: indiferenciadas, por vía intravenosa, una dosis. Sorprendentemente, normalizaron la glicemia dada la recuperación de la producción endógena de insulina. Repetimos el experimento y los resultados fueron los mismos. Se los presentamos a los diabetólogos de Clínica Alemana quienes nos hicieron muchas preguntas para las que no teníamos respuestas y tuvimos que volver al laboratorio. Después de replicar en los animales las condiciones de los pacientes que eventualmente serían tratados con MSCs y de esclarecer el mecanismo de acción, volvimos donde los diabetólogos y en conjunto diseñamos un estudio clínico.

Hoy hemos completado el enrolamiento de todos los pacientes y estamos en la etapa de seguimiento que se extiende por dos años. Este proyecto es un ejemplo de avance sistemático y riguroso que esperamos, en un año más, nos permita saber si las MSCs pueden ser usadas en forma segura y eficaz para manejar la Diabetes Mellitus Tipo 1.

Otras patologías en las que estamos trabajando actualmente son Adherencias intraperitoneales y Carcinoma Oral de Células Escamosas, con interesantes resultados que están en vías de publicarse.

¿Cuál es su principal motivación al desarrollar investigación vinculada al área de las células madre?

Yo escogí dedicarme a la investigación para aportar desde la generación de conocimiento a mejorar la calidad de vida de las personas. Poner la experticia y experiencia propia al servicio de otros llena de sentido las frustraciones y sacrificios intrínsecos a la ciencia. Es reconfortante ser reconocido por los pares, que citen tu trabajo, incluso que te plagien, pero que mi trabajo en el laboratorio contribuya a hacer más llevadera la vida de los pacientes y sus familiares, es lo que justifica mi trabajo.

Por eso, la investigación aplicada ha sido siempre mi norte. Por ejemplo, cuando conocí a los pacientes con Epidermólisis Bullosa y ellos mismos me contaron que sus vidas estaban muy limitadas por su enfermedad, pero que además eran discriminados porque parecían leprosos, me pregunté ¿qué puedo hacer desde la ciencia para ayudarlos? Ese es mi motor diario. Por eso mi quehacer como académica se ha movido entre contribuir a la formación de profesionales disruptivos y comprometidos con la salud de la población; realizar talleres para que los pacientes comprendan la biología de su enfermedad y por qué, eventualmente, las células madre podrían ayudarlos; diseñando y ejecutando estudios clínicos. Esto último, ha implicado formar equipos multidisciplinarios, superar muchas barreras y abrir caminos inexistentes, porque en Chile hay poca experiencia en la realización de estudios clínicos innovadores y menos con productos biológicos. También, difundir la información disponible respecto de las células madre para que las personas no se dejen convencer por la publicidad y tomen decisiones basadas en evidencias científicas.

Fuente: 4ID/CONGRESS, Todos los derechos reservados. ®
Periodista: 
Patricio Grunert Alarcón®
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