Sin lugar a duda, tanto el año 2020 como el año 2021 se han posicionado como uno de los desafíos sanitarios más importantes de los últimos siglos. Los sistemas de salud y económicos han resentido enormemente los efectos de la pandemia producida por el virus SARS-CoV-2, mayormente conocido como Coronavirus o COVID-19. Este patógeno ha causado millones de muertes y hospitalizaciones dentro de un amplio espectro etario alrededor del mundo.

Bajo este nada alentador panorama, la investigación científica aplicada al desarrollo de vacunas ha permitido frenar y/o mitigar el avance de la pandemia del SARS-CoV-2, así como lo hizo en el pasado con enfermedades infecciones que asolaron a la humanidad a lo largo de la historia.

Las empresas e instituciones de investigación científica líderes de Estados Unidos, Inglaterra, China y Rusia, desarrollaron en tiempo récord las vacunas que hoy son la primera línea en la contención del Covid-19.

En Chile el proceso de vacunación se ha llevado a cabo, preponderantemente, con las vacunas producidas por Sinovac Pfizer-Biontech, Astrazeneca y Cansino. La vacuna de Sinovac mostró una alta efectividad en la reducción de infecciones sintomáticas, de 58,49% (Ministerio de Salud de Chile). Además, esta vacuna redujo las tasas de hospitalizaciones, ingresos a las Unidades de Cuidados Intensivos y fallecimientos en más de 85%.  La leve reducción de efectividad observada en los últimos meses, sumado a la disminución de respuesta inmune con el paso de los meses en dos estudios diferentes (Estudio de PUC y Universidad de Chile), influyó en la autoridad sanitaria para implementar una dosis de refuerzo o “3ra dosis”, cuyo objetivo es potenciar la inmunidad de las personas vacunadas.

Las dosis de refuerzos no son algo aislado o poco utilizado dentro de los programas de vacunación enfocados primordialmente en niños.  Vacunas de refuerzos se usan en la prevención contra el virus de la polio y también para otras enfermedades cuya inmunidad producida por la vacunación, baja en el tiempo. En sarampión, rubiola y papera, se ha visto, que se requiere una dosis refuerzo al cabo de 10-15 años.”, señala el Dr. Miguel O´Ryan, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

Si bien los programas de vacunación han estado mayoritariamente dirigidos a poblaciones geriátricas para tratar patologías como la neumonía e influenza, se ha avanzado en otro tipo de público objetivo, en escenarios de pre-pandemia, vacunándolos, por ejemplo, para enfermedades causadas por el meningococo (adolescentes) y papiloma (en niños de 10 a 15 años).”, enfatiza el Dr. O´Ryan. “Bajo este escenario, en nuestro país, las vacunas para los grupos de “adultos-jóvenes” no son frecuentes, ya que este es un grupo etario poco susceptible a infecciones significativas, salvo, en brotes epidémicos como el que produjo SARS-CoV-2. Para los adultos jóvenes la vacunación, sin ser nueva, es una experiencia que conocen poco, y por ende les puede generar bastantes dudas. En los adultos mayores, hay una cierta cultura de vacunación”, explicita el Dr. O´Ryan.

En relación con el proceso de vacunación en Chile el Dr. Miguel O´Ryan señala: “Este ha funcionado bien considerando que un proceso de vacunación que incorpore a más del 80% de la población objetivo, es muy positivo, sobre todo incluyendo a sectores que no estaban acostumbrados a ser vacunados. Tenemos que mantener el impulso y acercarnos a un 100% de vacunados”.

Finalmente, y con respecto a la dosis de refuerzo, el médico cirujano, pediatra y subespecialista en enfermedades infecciosas pediátricas de la University of Texas, acota: “La dosis de refuerzo sin duda llevarán a un incremento de la respuesta inmune, con un impacto potencialmente significativo especialmente en quienes han recibido las vacunas de virus inactivo, ya que es con esta vacuna que la caída de los anticuerpos en el tiempo es mayor. En el fondo, se trata de un refuerzo inmunológico que dará ventaja adicional a los individuos en su protección individual contra la infección, especialmente los cuadros graves, y a la población en general, a través de un mayor efecto de inmunidad de rebaño”.

Fuente: 4ID/CONGRESS, Todos los derechos reservados. ®
Periodista: Patricio Grunert Alarcón. ®

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