La Dra. Alexia Núñez es Profesora Asistente del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile. De formación Bioquímica y, Doctora en Neurociencias de la Universidad de Maryland, la investigadora ha desarrollado una vasta trayectoria en el estudio del Sistema Quimiosensorial, el cual es el encargado de recibir las señales olfatorias y luego traducirlas en el Sistema Nervioso Central de nuestro organismo.

En ese sentido, y relacionado con la coyuntura sanitaria mundial, se ha descrito en la literatura que el Coronavirus afecta dicho sistema produciendo una serie de cuadros inflamatorios en el epitelio nasal, los cuales desencadenan disminución en la capacidad de oler. Dicha sintomatología constituye una oportunidad de estudio y avance en los mecanismos de detección del contagioso virus que tiene al mundo enfrentado a una crisis de proporciones. En este nada auspicioso panorama, y justamente con el afán de aportar desde la investigación básica y aplicada, existe una agrupación internacional llamada: “Consorcio Global Para la Investigación Quimiosensorial (GCCR)” (https://gcchemosensr.org/), cuya episteme es producto de la indagación en la sintomatología de SARS-CoV-2.

“Este consorcio se creó durante la actual pandemia de Coronavirus que atraviesa el mundo, tomando fuerza gracias a la existencia de numerosos reportes de pérdida de olfato como un síntoma recurrente en pacientes positivos. Bajo este escenario, mi entrada al grupo tiene su origen en la búsqueda de colaboradores que estaba efectuando para establecer una red nacional sobre la pérdida de olfato y Coronavirus. Fue así como me contacté con el Dr. Diego Restrepo, mi tutor de postdoctorado en la Universidad de Colorado, y él, ya para finales de marzo, me invitó a participar de GCCR. Hoy en día, es un consorcio internacional que incluye a decenas de investigadores y personal de la salud; con más de 529 miembros provenientes de 55 países. De hecho, generamos encuestas en línea, que sirven como herramienta para estudiar la relación entre COVID-19 y olfato, se siguen traduciendo a múltiples idiomas”, indica la Dra. Alexia Núñez.

A lo largo de su carrera la Dra. Núñez ha estudiado cómo el cerebro procesa y traduce la información que proviene del medio ambiente, utilizando el sistema olfatorio como modelo experimental. “He estado muy ligada con el tema olfatorio, y en todos estos años, es la primera oportunidad que se presenta para utilizar dicho conocimiento de ciencia básica para el bien de la comunidad en general en un contexto de emergencia”, acota.

Neuronas olfatorias y células sustentaculares

Los seres humanos tenemos la capacidad de oler gracias a las neuronas olfatorias que se encuentran en el epitelio de la nariz (adentro de la nariz), y justo en la parte donde reposan los lentes ópticos, existe una estructura llamada Epitelio Olfatorio, allí están las neuronas sensoriales que son las que detectarán e interactuarán con los odorantes.

“Los odorantes son moléculas volátiles que ingresan a la nariz a través del aire inhalado. Estas moléculas interactúan con unos receptores particulares del epitelio olfatorio y éste transduce la información: de olor a señal eléctrica que llegará al cerebro. Este epitelio, no está solamente compuesto por neuronas olfatorias, sino que hay una serie de otras células que acompañan a las neuronas para que puedan desarrollar su función; un ejemplo de ello son las Células Sustentaculares, que están muy ordenadas en el epitelio. Cabe destacar que inicialmente se pensaba que dichas células estaban solo para dar estructura al epitelio, sin embargo, en la actualidad, se conoce su crítica función para traducir el mensaje hacia el Sistema Nervioso Central (SNC)”, explica la académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile.

Ingreso de SARS-CoV-2 vía olfatoria

Para infectar a la célula, el coronavirus tiene una proteína S (Spike Protein) que interactúa con unos receptores llamados ACE2, los cuales están presentes en algunas células. Esta proteína vírica interactuará con el receptor y se producirá la infección. “Se ha descrito que las células sustentaculares tienen este receptor presente y está originando un proceso infeccioso en el epitelio olfatorio que estaría produciendo una inflamación y a su vez desacoplamiento de función y/o muerte neuronal. Esto es muy interesante, ya que no solamente esta descrito que SARS-CoV-2 se encuentra en el epitelio olfatorio, sino que se ha encontrado ARN viral en el SNC y una de las hipótesis que se barajan, es que la infección que se realiza en el cerebro podría ser a través del epitelio olfatorio”, enfatiza.

Bajo los hechos de que los pacientes infectados con coronavirus tienen síntomas neurológicos, tales como dolor de cabeza, náuseas y hasta cuadros epilépticos, surgieron teorías que explican cómo el virus llega al cerebro, ya sea a través del epitelio olfatorio, la barrera hematoencefálica o pasando de célula en célula retrógradamente.

“Hay evidencia que muestra que la pérdida de olfato es uno de los primeros síntomas que presenta un paciente con coronavirus, y hay otras que incluso muestran que es el único síntoma. La comunidad científica comenzó a manifestar la importancia de este síntoma y se comenzó a discutir en muchos países. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud también incluyó la pérdida de olfato como uno de los síntomas a considerar en personas contagiadas por Coronavirus”, finaliza.

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Periodista: Patricio Grunert Alarcón. ®

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