Aaron Eger, un destacado científico y líder en conservación marina, ha sido galardonado con el prestigioso Eureka Prize como Líder Emergente en Ciencia. Este reconocimiento no solo celebra su dedicación y habilidades de liderazgo, sino que también pone de relieve la creciente importancia de los Bosques de macroalgas, ecosistemas vitales para la salud de nuestros océanos y el bienestar global.

Como fundador y director del programa Kelp Forest Alliance, una ONG global con un enfoque local, Aaron ha dedicado su carrera a proteger y restaurar estos ecosistemas marinos. Su pasión por los Bosques de macroalgas se remonta a su infancia en la costa oeste de Canadá, donde desarrolló una profunda conexión con el océano. Esta conexión lo llevó a buscar formas de proteger estos ambientes, y a pesar de su crucial importancia, los Bosques de macroalgas a menudo han sido pasados por alto y subfinanciados.

«Recibir el Eureka Prize es un reconocimiento de la creciente importancia de los ecosistemas para nuestra sociedad», afirma Aaron.

«Estos ecosistemas siempre han sido cruciales, pero estamos empezando a reconocer su valor. Es inspirador que una categoría ecológica gane un premio científico de esta magnitud, colocando a los Bosques de macroalgas al mismo nivel que temas como la salud humana o las enfermedades antimicrobianas».

Foto: 9th Asian Pacific Phycological Forum (APPF). 14–18 April 2024 at Hokkaido University, Sapporo, Japan

La Importancia de los Bosques de macroalgas

Los Bosques de macroalgas, también conocidos como bosques de algas pardas gigantes, son ecosistemas submarinos únicos que se encuentran en las costas rocosas de todo el mundo. Estos bosques proporcionan hábitat y alimento a una amplia variedad de especies marinas, desde peces y crustáceos hasta mamíferos marinos y aves. Además, los Bosques de macroalgas desempeñan un papel crucial en la regulación del clima, la protección de las costas contra la erosión y la mejora de la calidad del agua.

A pesar de su importancia, estos ecosistemas están amenazados por múltiples factores, incluyendo el cambio climático, la contaminación, la sobrepesca y la introducción de especies invasoras. La pérdida de los Bosques de macroalgas tendría graves consecuencias para la biodiversidad marina, la seguridad alimentaria y la economía de las comunidades costeras.

 

Foto 2. Proyecto NCEA-Kelp Forest Allience con A.V. Gonzalez y organizaciones de pescadores de Chigualoco.

El Kelp Forest Challenge

Para afrontar esta crisis, Aaron y la Kelp Forest Alliance han lanzado el Kelp Forest Challenge, una ambiciosa iniciativa destinada a proteger y restaurar 4 millones de hectáreas de bosques de Kelp para el año 2040. Este desafío requiere un esfuerzo global coordinado, que involucra a gobiernos, científicos, empresas y comunidades locales. En Chile, nuestros socios en la sociedad también forman parte activa de esta importante alianza, destacando el compromiso del país en la conservación de estos ecosistemas.

Con más de 800 participantes y 340 organizaciones en 27 países, la Kelp Forest Alliance refleja la creciente conciencia sobre la importancia de los bosques de Kelp y el compromiso de la comunidad internacional con su conservación.

En 2024, Aaron Eger tuvo el honor de ser el primer speaker de la Conferencia Francisco Bozinovic de la Reunión Anual de la Sociedad de Biología de Chile. Destacar a aquellos científicos y científicas que, al igual que Francisco, son articuladores de desafíos globales, aplicando la transdisciplina para enfrentar retos asociados a la biología y el ambiente, con impacto potencial a nivel social, cultural, económico, indígena, gubernamental, entre otros, es fundamental para promover la integración del conocimiento y fortalecer la ciencia transformadora que el mundo requiere en estos tiempos de cambio.

En ella compartió su visión y estrategias sobre la conservación marina. Esta participación subraya cómo la Sociedad de Biología sigue liderando iniciativas internacionales destacadas como el Kelp Forest Challenge, reafirmando nuestro papel en la defensa de los ecosistemas marinos.

«El mayor desafío es lograr que la gente entienda por qué están conectados con los bosques de Kelp», explica Aaron. «Necesitamos cambiar la percepción pública y destacar que estos ecosistemas son fundamentales para la salud de nuestros océanos y el bienestar de la sociedad».

Foto 3. Monitoreando los bosques de macrolagas pardas en Chile Central con A.V. Gonzalez

Barreras y Colaboración Interdisciplinaria

Si bien el Kelp Forest Challenge es un objetivo ambicioso, enfrenta varios obstáculos. La necesidad de cambiar la percepción pública es crucial, así como los retos asociados con la restauración de los bosques de Kelp, un proceso costoso y complicado. Se requiere más investigación y desarrollo para encontrar métodos de restauración rentables y efectivos.

Aaron destaca la importancia de involucrar a expertos de diversas disciplinas, como ingenieros, bioquímicos y especialistas en robótica, para encontrar soluciones innovadoras a estos desafíos. Al unir fuerzas y compartir conocimientos, existe una real oportunidad de superar estos obstáculos y asegurar la protección y restauración de los bosques de Kelp para las generaciones futuras.

Con optimismo hacia el futuro, nos comprometemos a enriquecer esta colaboración y generar intercambios significativos en 2026, fortaleciendo así nuestra misión compartida de conservación y sostenibilidad.

Foto 4. Recibiendo medalla de reconocimiento. Conferencia Francisco Bozinovic por parte del Presidente de la Soc. Biol 2024 M. Méndez